Hace unos días me topé con una palabreja que me intrigó a más no poder: batch cooking. Si tienes cierta picardía ahorradora a la hora de cocinar, es probable que la estés poniendo en práctica aun desconociendo su significado. Pero, ¿qué es el batch cooking?
También llamado cocción por lotes, es el proceso de preparar a la vez varias porciones de distintas comidas y almacenarlas para su consumo futuro, combinándolas entre sí… ¡tu imaginación y un correcto envasado harán el resto! El batch cooking más purista no contempla el congelado de los alimentos; sin embargo, si no sois muchos en casa o no hacéis todas las comidas en ella, te compensará utilizar esta opción.
QUÉ ES EL BATCH COOKING
Muchas personas dedican la jornada del domingo a cocinar algunos de los platos de la semana. En este sentido, los guisos y las cremas son muy agradecidos y te permitirán comer caliente y de cuchara siempre que quieras.
Ahora que ya sabes qué es el batch cooking toca diferenciarlo de la comida congelada (casera). La diferencia entre ellos sería que mientras la primera te permite realizar distintas combinaciones, con la segunda ya tienes el plato listo para comer (una vez descongelado, claro está).
Para que nos entendamos, no se trataría de congelar unos espaguetis a la boloñesa sino cocinar y conservar la pasta, la salsa y la carne por separado, de tal manera que puedas combinarlos y obtener una mayor variedad de menús (¡fuera la monotonía!). ¿Te has fijado en que canelones, lasaña y empanadillas llevan la misma base?
Separar por raciones alimentos básicos como pasta, quinoa o arroz (¿has visto el de cabecera al estilo cajún?), y congelarlos en minitáperes te permitirá improvisar un plato caliente en un pispás. Es evidente que ambos alimentos no quedan exactamente igual que si estuvieran recién hechos (especialmente para quien los prefiera al dente), pero son bastante agradecidos, ¿verdad?
Por su parte, el pollo es uno de los alimentos más versátiles: quesadillas, croquetas, en sopa, pizza… ¡combina con todo! Añádele unas especias (curry, cúrcuma, cayena y cardamomo) para degustar un nuevo plato al más puro estilo asiático. La tradicional ropa vieja cubana es otro de los platos a los que puede aplicarse esta filosofía.
EL SECRETO: CONGELAR
Personalmente, donde más agradezco esta labor previsora es en el cocinado de verduras. ¿Te suena llegar con el tiempo justo pero con ganas de ‘verde’? ¿Quieres hacer un risotto con sustancia pero no tienes tiempo para cortar todos los ingredientes con esmero?
Por si te sirve, te diré que siempre tengo zanahoria y pimiento verde crudos y en dados en el congelador… ¡de cuántos apuros me han sacado! Un sofrito, salsa de tomate casera, el caldo del cocido… ¡todo puede aprovecharse!
Es evidente el ahorro de tiempo y de luz que supone esta práctica, ya que el uso de la vitro, el horno, la batidora y demás empieza a ser un bien de lujo (y, señores responsables de las compañías eléctricas, no miro a nadie). Soy fiel defensora de las bolsas zip, porque te permiten tener organizado el congelador aprovechando al máximo el espacio… ¡adiós, Tetris!).
¿Recomendaciones básicas? Dejar que se enfríe antes de congelar, extraer bien el aire de la bolsa antes de cerrarla y ser conscientes de que todo tiene una caducidad, aunque esté congelado (¡nada de almacenar por los siglos de los siglos!).
Y tu, ¿practicas el batch cooking sin saberlo? Suscríbete en el botón morado de la derecha para estar al día de lo publicado… ¡gracias y feliz cocinado!
6 comentarios
Conocía el concepto pero no la denominación: ¡así que este post me ha venido genial para aprender algo nuevo! ; )
Un besazo y buen finde!!!
Cuánto me alegro, Arantxa… ¡feliz fin de semana!
Nunca había oído hablar del Batch cooking, qué cosa más interesante. Como siempre un placer pasar a verte porque publicas cosas interesantísimas!!!!
¡Gracias, María! Un besazo!
Muy de acuerdo. Yo al parecer llevo toda la vida practicando el batch cooking sin saberlo.
Y la verdad que me cansa que tengamos que adoptar palabrejas extranjeras para darle valor a cosas que se hacen se siempre en muchas casas españolas.
ALicia
Hola, Alicia: Es verdad, a mí me da la misma sensación. Por eso me encanta escribir este tipo de artículos en los que intento desmitificar que todo se inventa en el extranjero 🙂 . Aquí también somos muy ‘apañaditos’, ¿verdad? Un saludo!