Seguramente te hayas dado cuenta de que… ¡he estado de vacaciones! Sí, la verdad es que me hacía mucha falta desconectar, cambiar de aires, disfrutar con los niños, estar con mi familia, tomar el sol y demás. ¡Vengo como nueva!
En esta ocasión te traigo una residencia situada en Bagur (Gerona) de la que me enamoré nada más verla, y que puede servirte de inspiración para decorar una casa en la playa. Como ya he comentado en alguna ocasión, veraneé durante muchos años en esa zona tan idílica de la Costa Brava, de ahí que me traiga tantos y entrañables recuerdos.
Reúne todo lo que considero importante: es cómoda pero práctica, luminosa y radiante. En ella se respira ese fresco y sencillo estilo mediterráneo que invita a la calma y al sosiego. ¿Me acompañas?
DECORAR UNA CASA EN LA PLAYA
> EMPEZANDO POR EL PRINCIPIO: EL RECIBIDOR
¡Por fin tienes vacaciones! Es probable que lo que más te apetezca sea escaparte a la playa, darte unos cuantos chapuzones, salir, pasear, recoger caracolas y demás tesoros, y volver a ese refugio vacacional que te recibe con los brazos abiertos. De eso trata esta estancia, de que nada más entrar te sientas reconfortada y en paz.
Aunque no cuentes con un recibidor tan generoso como este, transmitir esas sensaciones no te será difícil. El verano es luz, de ahí que el color blanco sea tu mejor aliado para conseguir tu propósito. Cestos de mimbre, sombreros de paja, tejidos suaves, muebles de madera y sencillas (pero frondosas) plantas son algunas de las ideas que puedes tomar prestadas de esta casa.
> LOS ESPACIOS COMUNES
Vale que en verano tendemos a estar menos en casa, pero eso no quiere decir que no vayamos a disfrutarla. Por eso es importante que las estancias comunes resulten confortables e inviten a celebrar una agradable sobremesa o una tranquila velada. ¿Tú también te has enamorado de esos sofás tan mulliditos bien generosos de cojines? (Lee aquí más pistas para decorar el salón en verano)
Las segundas residencias (sean o no de alquiler) suelen tener menos elementos decorativos, entre otras cosas para facilitar las tareas domésticas. Olvídate de pequeñas figuritas apostando por muebles de obra decorados con objetos grandes y vistosos que darán un toque veraniego y personal a tu casa. (¿Te has fijado en la parte superior de la estantería?)
Jarrones y vasijas de cerámica, damajuanas, grandes frascos reciclados… Tanto el cristal como el azul (para mí, sin duda, el color del verano) te ayudarán a acercar un trocito de mar a tu salón. Por su parte, el tono beige te trasladará de inmediato a una playa de suave arena.
Si te gusta cuidar los detalles a la hora de preparar la mesa, ten siempre a mano flores frescas. Dos vasitos a cada extremo, o uno en la parte central, serán suficientes para sorprender a los tuyos sin complicarte demasiado (recuerda que estás de vacaciones 🙂 ).
> REPONIENDO FUERZAS
Cremas frías, ensaladas… ¡helados! La cocina no cierra en verano. Utiliza los mismos consejos de decoración que para el resto de la casa: fibras naturales, plantas aromáticas y sutiles detalles para tu mesa diaria… ¡cotidiano no significa aburrido!
> EL DESCANSO
Y después de una intensa y satisfactoria jornada… qué enorme placer poder descansar en un dormitorio como éste, ¿verdad? Una estancia luminosa, limpia y sencilla que aúna la esencia del mar Mediterráneo combinando distintos azules en estampados y texturas.
El verano da mucho de sí. Playa, montaña e incluso si te quedas en tu ciudad, lo más importante es que le saques el máximo jugo posible y desconectes todo lo que te permitan las circunstancias. El invierno está a la vuelta de la esquina… ¡y es muy largo!
¡Feliz verano!
*Imágenes El Mueble
2 comentarios
Bienvenida!!!!! que alegría verte de vuelta, con lo que yo te he añorado!!!! Me encanta tu primer post, una casa realmente preciosa y me encanta!!!!
¡Gracias, María! Voy corriendo a leerte para ponerme al día. Un besazo y mil gracias por tu cariño incondicional!