El girasol (Helianthus annuus) es la flor de verano por excelencia, de colores alegres y caracterizada por una inflorescencia compuesta por una miríada de flores que se transforman, durante la maduración, en semillas. Su peculiaridad, que la hace única y fácilmente distinguible y de la que toma su nombre, es que se orienta en la dirección del sol gracias al fenómeno del heliotropismo.
Los expertos de Interflora te cuentan cuentan lo que hay que saber sobre cómo cuidar el girasol, así como interesantes curiosidades sobre su origen y significado.
Dónde se cultivan los girasoles y cómo cuidarlos
Existen diferentes tipos de girasoles que se diferencian entre sí no solo en tamaño sino también en resistencia. Esta flor se cultiva generalmente en el campo (¡cuánto gusta verla cuando viajas en coche!), pero también se puede plantar en macetas, siempre que sean girasoles enanos, mucho más fáciles de manejar en el balcón.
- Semillas de girasol. La mejor época del año para plantarlas es desde finales de marzo hasta abril.
- Plantas de girasol. Se recomienda regarlas periódicamente, pero sin exagerar. Es importante comprobar siempre el estado de la tierra para evitar estancamientos de agua y que puedan pudrirse las raíces. Protégela de corrientes de aire muy invasivas.
- Flor. Debe colocarse a la luz del sol, pero siempre hay que ir con cuidado con el viento. No necesita cuidados especiales, pero es importante garantizarle al menos 7 horas de sol al día.
- Ramos de girasoles. Para tenerlos en casa lo mejor es colocarlos en un lugar del que reciban suficiente luz solar durante el día.
Significado de los girasoles y por qué regalarlos
Según algunas interpretaciones, regalar una planta de girasol o un ramo de girasol simboliza el éxito y la victoria. Por eso, un hermoso ramo de girasoles se convierte en un regalo muy significativo para una promoción o una graduación. Gracias a su tamaño, también se puede regalar una sola flor, quizás decorada con espigas y amapolas. Entre los otros significados del girasol está el deseo de recuperación después de una larga enfermedad. Su color y forma que recuerdan al sol son una fuente inmediata de energía positiva y optimismo.
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La leyenda griega de Clytie
Desde la Antigüedad, muchas leyendas han asociado la planta del girasol con el dios del sol, no solo por su apariencia y sus colores, sino sobre todo por esa peculiaridad que hace que siga siempre el camino del sol en el cielo.
El girasol simbolizaba el amor no correspondido, significado que deriva de la fascinante historia que encontramos narrada en las Metamorfosis de Ovidio. Se dice que la ninfa Clytie alimentó un amor muy profundo por Apolo, el dios sol. Clytie pasaba todos los días siguiendo con la mirada el carro de Apolo mientras pasaba por el cielo, impresionada por su belleza y loca de amor.
Inicialmente Apolo, halagado por esta perseverancia, correspondió a las expectativas de su amante pero después de un corto tiempo no quiso hacerle más caso, y centró su atención en otra ninfa que, según la leyenda, era justamente la hermana de Clytie, la princesa Leucotoe.
Clytie le contó a su padre lo sucedido y Leucotoe, la otra hija muy pequeña, fue asesinada en los días siguientes. Sin embargo, Apolo siguió despreciando el amor de la ninfa. Por esta razón, Clytie se dejó morir siguiendo el carro del dios sol y se convirtió en un girasol de color amarillo intenso.
Así, según la leyenda, esta flor, nacida del amor no correspondido de una ninfa por el dios Apolo, continúa todavía en nuestros días siguiendo el camino del sol desde el amanecer hasta la puesta de sol.