Una casa tranquila es un oasis en medio de la vorágine diaria. Además, este apartamento situado en Gotemburgo (Suecia) alberga un gran tesoro en su interior: la luz natural. La luz es vida, inspiración, ganas de hacer cosas y, por supuesto, un enorme ahorro económico y energético.
Si quieres más información sobre casas luminosas te dejo aquí otros dos posts sobre este tema: un espacio diáfano con estilo bohemio y cómo decorar en negro sin perder luz.
UNA CASA TRANQUILA LLENA DE LUZ
> EL RECIBIDOR
Lo primero que llama la atención de esta casa es que no sobra nada, pero tiene lo justo y necesario para resultar cómoda y confortable (y fácil de limpiar sin invertir miles de horas).
Como imaginarás, el ‘ruido’ de figuritas decorativas, láminas colocadas al azar y prendas desperdigadas sin un sitio propio no contribuye a crear un espacio en calma.
El amplio recibidor está ubicado en medio del piso, una gran ventaja que hay que tener en cuenta para aprovechar al máximo la luz. Debe ser un gustazo entrar y sentir cómo fluye desde el salón hasta la cocina.
¿Sus claves? Enormes ventanales, cortinas blancas ligeras (¡hola, intimidad!), puertas y paredes de color blanco combinadas con madera muy natural en muebles y suelo de lamas.
> EL SALÓN-DORMITORIO
El sol de la tarde te abraza a través de las amplias ventanas de la estancia principal. Realmente tiene mucho mérito aunar salón y dormitorio en el mismo espacio manteniéndolos a su vez ordenados e independientes.
Además de luminoso, el ambiente resulta tranquilo y muy acogedor, gracias a la combinación de sus tejidos y texturas. Por su parte, las paredes están pintadas de gris azulado que resalta las hermosas molduras originales de color blanco.
¿Cómo conseguir un salón completo sin comer espacio? Combinando sobre una alfombra neutra dos mesitas de estructura ligera alineadas en diagonal con un enorme jarrón transparente (el cristal decora sin ocupar y aporta volumen). El espejo es otro de los grandes recursos para conseguir amplitud de espacio.
Por su parte, la zona destinada al dormitorio cuenta con una cómoda cama, un taburete a modo de mesita y una lámpara bastante curiosa. El perchero y el banco cumplen su función sin resultar aparatosos.
Esa gran pared invita a hacer una gran composición de cuadros u otros elementos, como has podido ver en otros posts (suscríbete al blog para estar al día 😉 … ¡gracias! ). Sin embargo, de hacerlo así se hubiera perdido el enfoque inicial de la vivienda de tal manera que han apostado por cuatro láminas sencillas y elegantes.
> LA COCINA
La cocina es agradable y tiene vistas al patio. Desayunar tranquilamente, probar nuevas recetas de otoño, hornear un bizcocho o compartir un café son algunas de las posibilidades que se me ocurren para disfrutarla, sola o en compañía.
Parte de su encanto reside en haber mantenido intacto el antiguo contador del gas. El pequeño alféizar de la ventana también da mucho juego a nivel decorativo (imprescindible intentar abstenerse de utilizarlo como vaciabolsillos).
> EL PATIO
Si a una casa tranquila le sumas un frondoso patio donde poder esparcir la mente, estirar el cuerpo y estar en contacto con la naturaleza, lo único que te queda es acordarte de dar gracias todos los días.
Tener una casa tranquila y luminosa como ésta (el jardín no cuenta) es posible utilizando sabiamente los recursos que tienes a mano. Recuerda: una casa enorme puede ser lo más frío e impersonal del mundo sino sabes descubrir su magia.
*Imágenes Stadshem