A la hora de vestir a tu bebé, hay una cosa muy clara: las prendas de punto nunca pasan de moda. Además, son muy fáciles de encontrar en grandes superficies o en la misma tienda Cóndor, lo que te facilitará mucho la tarea de equiparle cada temporada. Para que te duren lo máximo posible, no solo es importante que estén fabricadas con materiales de gran calidad, sino también respetar las indicaciones de cada fabricante. Sigue leyendo y descubrirás cómo cuidar las prendas de punto del bebé y que estén como nuevas.
CÓMO CUIDAR LAS PRENDAS DE PUNTO DEL BEBÉ
Cuando vayas a comprar polainas bebé o cualquier otro tipo de prenda como cubrepañales y pantalones, asegúrate de que sean 100% algodón para evitar alergias. Lo ideal es que les des un primer lavado antes de estrenarla con muy poquito jabón y en agua fría, ya que en realidad tampoco está manchada.
LAVAR LAS PRENDAS DE PUNTO
Salvo que en la etiqueta te especifique lo contrario, puedes lavar las prendas de punto a mano o a máquina. La primera opción es muy buena cuando ha habido un «escape» o una mancha de leche que te interesa tratar antes de que se seque y empiece a oler mal. Utiliza jabón especial para bebés y, en la medida de lo posible, prescinde de suavizante.
Si tienes mucha ropa acumulada, lo ideal es que pongas la lavadora. Antes de meter la ropa, dale la vuelta. Utiliza un programa para ropa delicada y máximo 30º. Aunque suele admitir 40º, no le des tanta temperatura si no es necesario. Por otro lado, procura distinguir entre ropa blanca y de color. En un momento dado puedes poner las prendas en tono marfil y similares junto con la blanca, pero olvídate de tonos más oscuros porque se podrían estropear.
TENDER Y SECAR, MÁS IMPORTANTES DE LO QUE PARECE
Aunque elegir el programa adecuado es importante, se puede echar a perder la prenda si no se tiendes adecuadamente. Una vez pare la lavadora, saca las prendas de punto enseguida para evitar que se arruguen demasiado o cojan olor a humedad.
Lo primero, olvídate de la secadora. ¿Has lavado la prenda a mano? Escúrrela con cuidado sin retorcerla demasiado. Luego envuélvela en una toalla seca y presiona. Lo ideal es que la seques en posición horizontal sobre una toalla seca, en un sitio ventilado y sin exponerla al sol directo.
Si la has lavado a máquina, habrá centrifugado más y no saldrá tan mojada, pero aun así necesitará secarse. Estira la prenda para que recupere su forma original y ponla en horizontal. En el caso de chaquetitas, no las cuelgues nunca en perchas o se darían de sí.
UNA VEZ SECAS
Cuando estén completamente secas puedes disponerte a guardarlas. Ten en cuenta que no deben plancharse. Si las doblas hazlo en pocos pliegues y no las comprimas demasiado en el cajón. Si te falta espacio, es preferible que reorganices la distribución de los cajones o utilices alguna caja bonita como almacenamiento auxiliar.
Y hasta aquí el artículo de hoy. Si por casualidad necesitas ideas para el próximo Carnaval de tus hijos, aquí encontrarás 15 disfraces infantiles caseros que te sacarán de un apuro. ¡Inspírate!
2 comentarios
Es una ropa tan delicada, qué buenos tips
Muchas gracias, Su. La verdad es que son prendas ideales que merece la pena cuidar. Un beso!