Como en casa en ningún sitio… o casi. El hotel Mercer Barcelona es uno de esos lugares tan bonitos como especiales que, además, se ha convertido en el icono de la nueva hospitalidad. ¡Y está de cumpleaños!
Hace una década, nacía el hotel que marcó una nueva forma de concebir la hostelería urbana de lujo. Situado en la muralla romana del Barrio Gótico barcelonés, con una rehabilitación del arquitecto Rafael Moneo e interiorismo de Amanda Molina, Mercer Barcelona es hoy el buque insignia de dicha cadena. Su decoración es realmente inspiradora y puedes sacar ideas para adaptar en tu propia casa. ¿Quieres descubrirlo?
RESPETO POR EL PASADO
La consigna para Rafael Moneo era clara: rescatar un valioso patrimonio, integrarlo en la moderna arquitectura de un hotel de cinco estrellas y ganar para la ciudad un edificio singular que mira al futuro desde el respeto al pasado. Bajo esta pauta Moneo iniciaba el encargo que convertiría en icono varias edificaciones palaciegas. Mercer Barcelona conserva restos de diferentes periodos históricos, como arcos medievales o frescos del siglo XII, recuperados para mostrar y hacer sentir la historia de Barcelona.
DESCUBRIENDO EL INTERIOR DEL HOTEL MERCER BARCELONA
Podría definirse el interiorismo del hotel Mercer Barcelona como clásico contemporáneo. Los aliados han sido los grandes maestros del diseño del siglo XX, como Arne Jacobsen, Hans J. Wegner o Franco Albini, con los que ha conseguido crearse una atmósfera atemporal.
En la escenografía de las 28 habitaciones y suites de Mercer Barcelona, la arquitectura pone la nota histórica; los materiales –madera, cuero o lino–, la calidad y el confort; y las piezas icónicas de diseño contemporáneo, el contrapunto moderno. Así, encontrarás techos de madera del siglo XVIII o arcos de medio punto del siglo XIV dialogando con piezas de diseñadores míticos y con obras de arte del pintor Agustí Puig.
Con el objetivo de respetar la estructura del edificio, el proyecto de rehabilitación dio como resultado habitaciones amplias (de 28 a 95 metros cuadrados) y diferentes entre sí. Para crear ambientes acogedores y relajantes se optó por una paleta cromática en torno a los tonos arena, dejando el protagonismo a los materiales (la piedra medieval o las maderas) y a piezas de Cassina, Poltrona Frau o Flexform, así como alfombras del diseñador Arik Levy.
PUNTO DE ENCUENTRO
El hotel Mercer Barcelona no es solo un lugar precioso decorativamente hablando, sino que es un destino gastronómico en sí mismo. Su restaurante principal es uno de los puntos calientes de la escena culinaria de Barcelona. Al frente de los fogones está el chef Xavier Lahuerta, que ha hecho de la materia prima local y los ingredientes de alta calidad su gran apuesta.
El otro foco gastronómico del hotel es Le Bouchon, junto a la entrada del hotel, una reinterpretación de los tradicionales bares de barrio en clave contemporánea. Este particular bistró muestra la cara más desenfadada de Mercer Barcelona con una carta a base de tapas y platos informales.
Junto al Patio de los Naranjos, un oasis en el centro del casco histórico, uno de los mayores tesoros de Mercer Barcelona se desvela en su planta alta. Su terraza esconde un solarium, una piscina y un pool bar, con una selección de aperitivos internacionales o cócteles, que hacen de esta zona el mejor “beach club” de la ciudad.
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