Aunque llevamos unos días con un sol de impresión, las temperaturas están comenzando a bajar y eso implica que dentro de nada necesitaremos la calefacción a pleno rendimiento. Estamos viviendo una época difícil en muchos sentidos, así que es bastante probable que si tienes caldera individual de gas natural ya hayas pensando en cómo evitar que te dé un síncope cuando llegue la factura.
Como es importante ahorrar, pero también lo es estar a gusto y no pasar frío, a continuación te propongo varios trucos para intentar que la factura del gas sea menos costosa. Toma nota.
6 TRUCOS PARA AHORRAR SIN PASAR FRÍO
> APROVECHA EL SOL
Quien tiene sol… ¡tiene un tesoro! Qué diferencia estar en casa en un día gris a esos en los que el sol irrumpe con toda su fuerza hacia el interior. Aprovecha las horas de más sol para subir las persianas, retirar las cortinas y dejar que sus rayos hagan su labor calentando la casa de forma natural.
Y ya que estás, abre las ventanas y disfruta sintiendo su calor en tu piel… ¡sin mascarilla! Te sentirás más animada y con ganas de aprovechar el día al máximo.
> AJUSTA LA CALEFACCIÓN
Por lo general, la temperatura ideal para mantener un ambiente agradable es entre 21 ºC y 23 ºC. Lo más sencillo para cumplir con esta medida y despreocuparte, es instalar un termostato inteligente.
Por otro lado, aunque es habitual aprovechar el calor del radiador para secar ropa (especialmente en zonas muy húmedas) esto dificulta su objetivo principal: caldear la estancia. También debes asegurarte de retirar las cortinas y todo aquello que obstaculice la salida de calor de los radiadores, por ejemplo una butaca.
Pon la calefacción cuando la necesites pero hazlo de forma inteligente aprovechando las virtudes de tu casa. Por ejemplo, si el baño de los niños está orientado al sur merecerá la pena que les bañes un poco antes mientras está caldeado en vez de hacerlo más tarde cuando ya no hay sol y, por lo tanto, está más frío (y de paso ahorrarás electricidad ya que no te hará falta encender la luz).
> CONTROLA EL TIEMPO DE DUCHA
Darte una ducha caliente es uno de los placeres más sencillos y reconfortantes para estar a gusto, por algo es el remedio casero más eficaz para casi todo. Es una gozada dejar que el agua corra por tu piel pero, ojo, además de no malgastar agua el objetivo es reducir la factura ¿recuerdas?
¿Te cuento cómo lo hago yo? Selecciono una canción en el móvil que no supere los cuatro minutos y salgo antes de que termine (eso sí, el teléfono siempre bien alejado de la ducha). Recuerda cerrar la puerta para que no escape el calorcito.
> APROVISIÓNATE DE UNOS BUENOS PIJAMAS
Pretender estar en mangas de camisa en pleno invierno no es buena idea. Una cosa es no querer pasar frío y otra muy distinta pensar que estamos en julio. Hay quienes no conciben estar en casa con una chaqueta y enseguida ponen la calefacción, pero ni es sostenible, ni saludable… ni económico.
La parte más agradable del invierno viene en forma de pijama. Según comienza el otoño los establecimientos se llenan de preciosas prendas amorosas y cálidas con estampados invernales y navideños. Date el capricho y cómprate uno de esos pijamas bien gorditos que no necesitan ni que lleves bata (pijama oveja los llamamos en casa).
> ATENCIÓN A LOS GRIFOS
Cada vez que el calentador arranca genera consumo de gas. Esto quiere decir que dejando siempre los grifos en posición de agua fría evitarás que se ponga en marcha sin necesitarlo.
Por este mismo motivo, cerrar el grifo mientras no lo usas y encenderlo de nuevo (por ejemplo cuando te duchas o friegas), supone un gasto extra para el calentador de gas. Esta es la razón por la que tendrás que valorar si el intervalo de tiempo es suficientemente largo como para que merezca la pena apagar y encender el calentador (por ejemplo, si te vas a lavar el pelo igual sí te compensa).
> VENTILAR SÍ, PERO ¿CÓMO?
Además del uso que hacemos de él, el consumo de gas natural en una casa depende de distintos factores como son el tamaño, las personas que viven en ella, si es unifamiliar, si es exterior o interior, si se trata de un ático o un piso bajo, la zona geográfica o la orientación.
Ahora más que nunca la sociedad está muy concienciada de la importancia de ventilar la casa. El mejor momento para hacerlo es a primera hora de la mañana con las puertas cerradas durante unos 10 minutos. De esta manera se renueva el aire de la habitación sin que el frío se extienda por toda la vivienda.
Aprovechar el calor residual de algunos electrodomésticos, reducir el tiempo de ducha, lavarte con agua templada o fría, cerrar el grifo cuando no se utiliza y aprovechar la luz del sol son algunos de los gestos que te ayudarán a reducir la factura del gas a la vez que disfrutas de un cálido otoño.
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