Estar a gusto en casa es más fácil si cuando entras en ella lo haces después de haber tenido un día agradable. Vale que no todos los días laborales son de color rosa pero si trabajas en un sitio que te gusta, desarrollando una labor que te gusta y, sobre todo, con un buen ambiente, ya tienes mucho ganado. Y es que estar a gusto en la oficina ¡no tiene precio!
Ana Ortega, psicóloga clínica y cofundadora de Hewego, plataforma multidisciplinar que tiene como objetivo mejorar la salud de las personas, te propone un completo decálogo que te ayudarán a que el tiempo que pasas en el trabajo sea lo más feliz posible y que puedas llegar a casa tranquilamente y desconectar hasta el día siguiente. Descúbrelo a continuación.
DECÁLOGO PARA ESTAR A GUSTO EN LA OFICINA
#1 CONÓCETE
Es importante conocerse a una misma, de esta manera sabes de antemano cómo vas a reaccionar ante determinadas circunstancias y puedes anticiparte a ello. Así, podrás organizarte y priorizar tareas que te cuestan más o modificar esa reacción tuya de la que sueles arrepentirte.
#2 RESPIRA
Respira profundamente en los momentos de mucha tensión y ansiedad. No hay ansiedad que supere los diez minutos de respiración profunda. ¿Cómo hacerlo? Inhala y exhala profundamente durante unos minutos cuando tu musculatura se agarrote, tu respiración se acelere, te duela la cabeza, la tripa, o simplemente, para salir de la situación de tensión que estás viviendo.
Para activar y destensar la musculatura, al mismo tiempo que respiras profundamente, efectúa algún movimiento como caminar, hacer un estiramiento, masajear la palma de la mano con la otra mano, doblar y estirar las rodillas suavemente o mover los pies.
#3 PARA
Coffee time! En la medida de lo posible hay que recuperar el tiempo de relajación con los compañeros de trabajo. Es importante potenciar una relación sana para superar los distintos retos o conflictos que puedan surgir y que queden en simples anécdotas. En estos momentos de relajación puedes escucharles y oxigenar el cerebro. Esto te va a ayudar a tener una mayor capacidad de concentración cuando estés trabajando.
#4 HÁBLATE CON RESPETO
Puede que tengas un día algo torcido y que las cosas no estén saliendo como esperabas pero sé flexible contigo misma. Las verbalizaciones negativas sólo producen tensión y malestar, tanto si se las decimos a los demás como a nosotras mismas. Lo que decimos condiciona lo que sentimos y lo que hacemos. Quiérete mucho y ya verás como acabarán saliendo bien.
#5 CONTRARRESTA
Al igual que sucede en casa o con un grupo de amigos si estás de vacaciones, en una situación laboral de mucha convivencia existen roces. Por lo general, un buen recurso para solucionar un conflicto es compensarlo con tres cosas buenas. Por ejemplo, puedes tener con tu compañero algún momento más relajado, o puedes soltar una broma o tener un detalle con él. Cuanto más cercano en el tiempo al conflicto hagas estas acciones, mejor.
#6 TOMA DISTANCIA
Tú mejor que nadie sabes cuándo una situación te desborda. Si esto te ocurre, es importante que salgas de la situación, emocionalmente hablando. Visualiza la situación como si de una película se tratase y tú fueras al mismo tiempo protagonista y espectadora. Poder ver la escena desde fuera te va a permitir ampliar el foco y disminuir la intensidad de la emoción.
#7 USA UN TONO ADECUADO
Usa un tono de voz suave y bajo. Esto trae emociones calmadas. Además, utilizar un tono de voz suave es fundamental para no descarrilar la conversación cuando ésta empieza a complicarse. Si uno levanta la voz, el otro hará lo mismo, y comenzará así una escalada de tensión que aumentará la emocionalidad de la conversación.
#8 ESCUCHA
No somos islas. Necesitamos a los demás. La carga de trabajo nos lleva muchas veces a no ver al otro y, por tanto, a que no nos vean. Es importante que nos sintamos valorados y escuchados por el grupo, porque favorece nuestra autoestima y cohesión al grupo y esto nos hace más fuertes.
#9 PIDE
Para estar a gusto en la oficina es importante saber pedir lo que necesitas, sobre todo cuando lo tienes claro. Muchas veces esperamos a que un compañero haga cosas que ni siquiera hemos verbalizado. Es importante usar la palabra para comunicarnos, no podemos pretender que adivinen lo que necesitamos. Esto genera malestar, por la decepción que supone no tener aquello que me esperaba y realmente es que ¡ni lo hemos pedido!
#10 ACEPTA Y DA HALAGOS
Los refuerzos son un motor imprescindible para seguir hacia adelante. Refuerza a tus compañeros y deja que te halaguen también a ti. Creareis un entorno muy positivo entre vosotros.
Y hasta aquí el artículo de hoy. Puedes suscribirte para recibir el siguiente en cuanto se publique. ¿Preparada para una nueva jornada en la oficina? Tómate un buen café con leche, vístete con la mejor de tus sonrisas ¡y a por él!
2 comentarios
Me ha parecido de mucha utilidad tu PUBLICACION!!!
Mil gracias amiga por tu GENEROSIDAD ^:^
Conxita
Mil gracias a ti por tus palabras. Un saludo y ¡buen día!